16 diciembre, 2011

Su sonrisa, el mayor de los placeres. -

Nadie lo sabía, pero desde que tenía 14 años era pintor. Plasmar sobre el óleo las locuras que me rondaban la mente era mi pasión. No me avergonzaba de lo que hacía, pero mantenerlo en secreto hacía que fuese especial, que fuese algo mío. Empecé poco a poco, y casi sin darme cuenta. Como no tenía pinturas, utilizaba cualquier cosa que encontraba por casa para dar color al lienzo. Los cosméticos de mi madre eran mis preferidos. Al principio, pintaba por pasar el tiempo. Pronto me di cuenta que era bueno, realmente bueno. Mis dibujos conseguían describir a la perfección mis sentimientos. Sabía que, con ello, no me podría ganar la vida, pero al menos pintar me la daba.
Cuando la conocí todo fue distinto. Mis cuadros comenzaron a mostrarse más coloridos, más vivos. Era como si un arco iris se hubiese introducido en mi pincel y plasmase pura pasión. No sabía lo que tenía, ni lo que me daba, pero lo cierto es que era maravilloso. Puede que fuese el sentimiento de felicidad que provocaba en mí lo que me inspiraba. A veces, me sentía como si me hubiese bebido de un trago una botella de licor. En realidad, lo que me había tomado era otra cosa mucho más fuerte. Estaba borracho de amor. Las horas pasaban como segundos. Yo, pintando para ella. Ella, respirando para mí.

   
Fue entonces cuando comprendí que, aquella mujer de penetrantes ojos verdes, era mi musa.

______________
- Echo de menos tener tiempo para pasarme más por aquí. Pero hasta que no termine los exámenes es lo que hay... Feliz viernes, queridos míos.

05 diciembre, 2011

No permitas que este amor se apague. -

Es extraño cómo suceden las cosas, cómo nuestra forma de ver el mundo muta en cuestión de segundos, cómo las personas vienen y van, pero su recuerdo siempre permanece con nosotros.

Aquella noche, su mente era un hervidero de sentimientos encontrados. Lo amaba, de eso estaba segura. Pero su relación se había vuelto monótona, y no lo soportaba.
Después de su llamada todo cambió. Se dio cuenta de que podía perderlo para siempre. En milésimas de segundo imaginó su vida sin él. Sin su olor, sin sus besos, incluso sin sus odiosas discusiones. La visión fue tan espeluznante que se odió a sí misma por haber permitido que él, su único amor, se alejase de ella.
Fue entonces cuando comprendió que lo amaba más de lo que creía, y más de lo que pensaba que se podría amar a alguien. Comprendió que necesitaba su presencia para continuar respirando. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por él, a luchar por su amor hasta que la luz de las estrellas se apagase. Pero no estaba dispuesta a ver un nuevo amanecer sin él a su lado.


























Es extraño cómo a veces nuestra vida puede girar en torno a una única persona, cómo nuestro corazón comienza a latir de una forma distinta al escuchar su voz.


_____________
- He dudado mucho de si subir esta entrada o no. La mayoría de mis pequeños y adorados textos suelen expresar mis sentimientos, o cosas que simplemente pienso. Pero este es uno de los más autobiográficos que tengo. Yo misma, estuve a punto de perderlo para siempre. Necesitaba explicaros como me llegué a sentir. Pero, lo cierto, es que no lo he conseguido del todo, y ésto es lo único que he conseguido sacar de mi alocada e idiota mente. 
En fin, después de este rollo, espero que paséis un feliz puente los que lo tengáis como yo, y los que no, a disfrutar de la semana todo lo que podáis. :) Un besazo enorme.