29 junio, 2012

Y pedirte cada noche un poco de amor. -


La noche habría sido silenciosa de no ser por mis gemidos
Nos encontramos en el lugar de siempre, como cada medianoche, sedientos de amor
Y apenas sin mediar palabra, nos perdimos entre mis sábanas. 
Nadie en su sano juicio habría considerado aquella relación como sana, pero poco nos importó. 
Mis manos, ávidas de placer, arañaron la espalda de aquel loco que dormitaba cada noche entre mis piernas. 
No sé si me había vuelto loca de amor, pero la sensación que me embargaba se le parecía.
Cuando al fin se calmó el deseo que había entre ambos, nuestras respiraciones entrecortadas se sumieron en un compás con los latidos de nuestros corazones.
Él, agotado. Yo, rota de dolor
No sabía a donde íbamos juntos, pero era consciente de que no llegaríamos muy lejos.
Y mientras él encendía su Marlboro yo me aferré a la almohada y grité en silencio, 
"quédate esta noche, por favor." 
Me estaba destrozando a mí misma, mi corazón no iba a aguantar mucho más.
Me volví una toxicómana que consumía entre horas su olor
una yonki de sus besos
una adicta a su piel.



01 junio, 2012

Me gustaría que vivamos para siempre. -

Le echo de menos. Es extraño dado que está justo a 10 centímetros de mí, a mi lado, pero le echo de menos. Puede que esté ausente, o que la ausente sea yo. Sentados al borde de nuestro acantilado miramos absortos el horizonte. Esa línea que separa el cielo del mar. Tan diferentes y a la vez tan complementarios. Como nosotros. Teníamos algo dentro que nos unía, hacía que irremediablemente debiésemos estar juntos. Pero tantas cosas en contra... 
Echo de menos cómo éramos cuando estábamos juntos. Puede que el tiempo sea el culpable, o que sea el único que pueda arreglar el estropicio que define mi vida. Recuerdo aquella canción que tanto me gustaba, y la primera vez que la escuché. Estaba recostada sobre su pecho, la música procedente de la radio fue la única capaz de sacarme del ensimismamiento provocado por los latidos de su corazón. La letra hizo que me estremeciera, pero ahí estaba él para abrazarme fuerte. Sin necesidad de mediar palabra sabía la idea que rondaba mi mente, y susurró: "No te preocupes, pequeña. Aunque el tiempo pase yo estaré a tu lado, envejeceremos juntos y cruzaremos la frontera de la vida y la muerte, encontraremos la manera de seguir amándonos." Era hermoso. Sus comunes ojos marrones iluminaban mi vida...
 ¿Qué quieres hacer? - me suelta, haciéndome que vuelva rápidamente a la realidad.
"Quiero ser feliz", pienso. Es lo único que deseo con todas mis fuerzas. ¿Pero cómo? ¿Dónde está la llamada 'felicidad'? Siempre supe que estaba allí, a 10 centímetros a la derecha de mi cadera. Pero las cosas cambian. Para bien o para mal, pero lo hacen...
 Me da igual. Lo que tú prefieras. - respondo sin mucho ánimo.
No obtengo respuesta. Continúa mirando al horizonte. Ahora estoy segura de que él es el ausente. Puede que también esté recordando tiempos mejores, que se pregunte qué ha pasado entre nosotros, dónde ha ido esa pareja que no quería despegarse ni para coger aire. Me quedo mirándolo largo rato, y de repente, sonríe. Esa sonrisa que me había enamorado sigue allí, a pesar de todo.
 ¿Sabes? Hace un día precioso.
Me quedo un tanto desconcertada, pero descubro ante mi asombro que el sol brilla en lo alto imponente. "Ya llega el verano", pienso. 
Asiento, sonriente por primera vez en mucho tiempo. Puede que la felicidad siga ahí, a pocos centímetros de mí. Que esté en las pequeñas cosas, que simplemente la haya que buscar con esmero.
Me acerco un poco más y apoyo mi cabeza sobre su hombro. El mar está en calma. Al igual que mi corazón, que al fin late con normalidad, feliz. 








El tiempo pasa más rápido de lo que creemos. Todo se acaba, debemos ser conscientes. Pero la idea de que llegue el día en que debamos separarnos me aterra. Un amor como el nuestro no puede tener final. 


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- Han pasado casi 2 meses desde mi última entrada, pero mi vida, por suerte, sigue como siempre. Con los exámenes a punto de terminar, y el verano a la vuelta de la esquina mis visitas por aquí (espero) serán más frecuentes. Un besito enorme. 
PD; El título pertenece a la canción "Jóvenes eternamentes" de Pol 3.14, a la que hago referencia en la entrada. :)